Firebird - (2010) Double diamond

Hay veces que en este convulso maremágnum en el que se convierte el mundo de la música somos testigos por decirlo de una manera sencilla de fluctuaciones estilísticas varias en uno u otro sentido, unas veces transcurren envueltas en la normalidad propia del lento transcurrir del tiempo -las más- y algunas otras -las menos- provocan caóticas reacciones en el publico que en estado a veces catatónico contempla e incluso a veces maldice cuando su artista o grupo favorito tensa en demasía su paleta de influencias a la hora de desarrollarse como tal . En principio es un hecho más que razonable que algunos artistas evolucionen musicalmente hablando más rápido que el momento puntual en el que se hayan ubicados en el espacio tiempo y que en esa tesitura añadan o pierdan enteros a su música en general y en su evolución personal en particular.

Esta breve y aparentemente fuera de tono introducción intenta poner el punto de partida para personalizar el ejemplo antes comentado en la carrera discográfica del alma de esta banda, el incombustible Bill Steer gran guitarrista de agresivo pasado en lo musical y capaz de mutar en sus registros de una manera limpia, definida y sorprendente. Escuchando los seis discos que jalonan la historia de este pájaro de fuego uno no es capaz de concebir ni siquiera imaginar sobre que cimiento se sostiene la solidez como intérprete y compositor que Steer desarrolla en cada una de sus interpretaciones, siendo capaz de defender con igual solvencia su anterior etapa enmarcada en el sector más extremo del metal con esta ubicada en el hard & blues más preciosista, una propuesta que al menos para un servidor es realmente interesante y embriagadora.

Posiblemente quien disfrute por primera vez de los evocadores sonidos que desprenden estos pájaros en su elegante aleteo no conozcan que entre el 87-89 Bill Steer fue guitarrista de la banda inglesa de grindcore "Napalm Death", o que fue uno de los fundadores de "Carcass" banda en la que además de la guitarra se ocupaba de las labores vocales que como ustedes pueden suponer en una banda de esas características incluía recursos guturales extremos, bien... pues un buen día el bueno de Steer decidió dar un giro de 360º en su carrera musical -aquí adquiere razón de ser la intro del principio- y decide entonces dar rienda suelta a sus gustos personales e influencias fundando este "Firebird", luctuosa noticia para sus seguidores más extremos un soplo de aire fresco para los que como un servidor disfrutan de cada riff y cada solo con los que Mr Steer tiene a bien regalarnos en cada una de sus esperadas producciones.

Una formación excesivamente cambiante como trio con Steer como único miembro estable es la que alimenta y da brillo a las majestosas alas que despliega este pájaro que posiblemente tuvo en su primera y original escuadra -con el bajista Leo Smee (Cathedral) y con el batería Ludwid Witt (Spiritual Beggars)- su momento más esplendoroso dicho esto sin la intención del desmerecimiento de los que vendrían después. En esta tesitura editaron los dos primeros discos "Firebird" y "Deluxe", desde ese instante Quill George Atlagic, Blind Dog Tobias Nilsson y Roger Nilsson para la grabación de "Nº3" y otra remodelación más con Al Steer como bajista, la vuelta de Ludwig Witt a la batería y en un corto espacio de tiempo la entrada de Smok Smoczkiewicz como nuevo bajista con los que se grabaron "Hot wings" y "Gran Union". Un desordenado trajinar de músicos en torno a una banda que gracias a la claridad de ideas de Steer no ha perdido ni un ápice de su frescura, de la profundidad de su sonido que una vez más se sitúa en la primera línea de la actualidad musical con este fantástico álbum que hoy he recibido y que en unas breves pero intensas primerizas tomas de contacto ha conseguido subyugarme desde sus notas iniciales.

Diez nuevas canciones que estas ardientes aves defienden en los 40 intensos minutos de esta nueva entrega discográfica enormemente disfrutable por lo envolvente de sus riffs y por la personal manera de Steer al manejo de las seis cuerdas capaz de evocar en cada una de sus notas algunas referencias inevitables, unas veces me recuerda a Hendrix, otras a Cream o a Grand Funk, pero siempre teniendo presente la omnipresente personalidad de Bill. "Soul savior" y la fantástica "Ruined" son las dos primeras piedras de toque a las que te enfrentas cuando decides "arder" al ritmo de los "birds", las primeras en dibujar una sonrisa de conformidad a la vez que se funden con los sonidos emergentes de los altavoces de tu estéreo, "Bright Lights" y su contagioso inicio, "For Crying Out Loud", "Farewell" o el reprise de "A Wing & A Prayer" elevan el computo de las buenas sensaciones, refrendadas estas por el blues rock de "Pound Of Flesh", el misticismo de "Arabesque" o "Lose Your Delusions" y la final "Pantomime" contrapunto perfecto para la finalización de este gran trabajo de hard blues que "Firebird" una vez más eleva al hipotético cielo en el que una y otra vez arden como aquellas mitológicas aves fénix que se auto inmolaban para aparecer de nuevo con un plumaje renovado y si cabe más brillante.

1 comentarios:

Que grande bill steer, solo hay ke comparar canciones como "ruined" y "exhume to consume" para hacerse una idea de su versatilidad, tanto guitarrista como vocal. Me gustaria que carcass se reagrupasen de nuevo para sacar un segundo "Swansong", que segun mi opinion es la mezcla perfecta entre ese blues rock y su agresividad. ,\m/

...HydenProGamer

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