The Fuzztones (Durango Club, 08/05/10)

Una vez más se abrían las puertas de la sala Durango para disfrutar de la vuelta a los escenarios valencianos de una de las bandas pioneras en esto del rock garagero. La longeva banda del a priori incombustible Rudy Protudi que celebra sus veinticinco años en esto del rock bussines con una extensa gira europea y de la que vamos a comentar una de sus paradas.

Siguiendo con la tónica habitual de la sala y con su intencionalidad de apoyar las bandas de la comunidad, los teloneros escogidos para la ocasión fueron la banda de surf instrumental A-PHONICS , un potente cuarteto valenciano reconvertido en trío por problemas puntuales de alguno de sus integrantes. Cumplieron a la perfección con su cometido, con un repertorio plagado de versiones de clásicos que hicieron las delicias del ya numeroso público congregado para la ocasión. Se retiraron de los escenarios después de provocar más de un bailoteo y la petición popular de un bis, un bis que no llego claro.

Era el momento de los pipas, tras una rápida transformación instrumental del escenario la banda originaria de New York City consiguió enervar al respetable allí asistente con un inexplicable retraso de casi cuarenta minutos que Mr. Protudi no ayudo a menguar, al pasar olímpicamente de los problemas de comunicación de su pedalera con su amplificador, siendo los miembros de A-PHONICS los que se encargaron de solucionarlo, inexplicable.

Finalmente con casi una hora de retraso la banda salto al escenario ahora si con la intención de descargar un intenso y bien estructurado set list que un servidor había tenido oportunidad de ojear. Pero no terminaban ahí los sobresaltos, se inicia la actuación y en la primera aproximación de Mr. Protudi al pie de micro sufre una leve descarga de electricidad estática lo que provoca que se pare el concierto y dirigiéndose al respetable con el lema de “no estoy dispuesto a morir por vosotros” abandone el escenario bajo una sonora pitada.
Un caldeado ambiente que no hacía presagiar un buen final, se convulsionaba ante la falta de profesionalidad del líder de la banda, hago referencia a su falta de profesionalidad por que el problema se soluciono simplemente con poner una funda de gamuza antiestática en el micro, ahora si empezaba el bolo.

Uno a uno, todos los clásicos de la banda fueron haciendo acto de presencia haciendo que se olvidasen pronto todos los contratiempos antes descritos. Un line up, el actual muy correcto y bien engrasado del que me gustaría destacar la tremenda sensualidad escénica de su teclista Lana Loveland, tal vez lo mejor de una noche que Mr. Protudi se empeño en seguir deteriorando con largos e innecesarios speechs donde una y otra vez se empeñaba en recordarnos sus veinticinco años de carrera y que su banda fue pionera de lo que otros más tarde copiarían.
Acabaría el bolo con la invitación de la banda a la invasión del escenario y con el acelerado bis de despedida que bajo los acordes de su clásico del 86 “strychnine” provoco los momentos más calientes e intensos de la noche.

Lo mejor: Disfrutar una vez más del magnífico repertorio de The Fuzztones y Lana Loveland.
Lo peor: El ataque de rockstar que parecía poseer aquella noche a Rudy Protudi.



Nota: Las fotos las hice esa noche, en pincipio para Broken Bones pero finalmente se publican aqui. En futuras crónicas ese hecho cambiara...

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